Érase una vez…
En un tiempo no muy lejano las marcas solo podían hablar directamente con las personas a través de la publicidad o en eventos organizados. Las empresas vivían en una burbuja ajenas a las opiniones o comentarios de los consumidores. La distancia era tan larga, que por mucho que intentaran acercarse unos a otros, siempre existía alguna barrera u obstáculo que impedía la comunicación directa y cercana.
Los responsables de comunicación o relaciones públicas esperaban dichosos los eventos para entablar relación con los medios de comunicación, con el fin de que hablaran siempre bien de la marca, previo pago de anuncios o reportajes en sus revistas especializadas y de gran tirón.
Pero un día todo cambió y las empresas vieron cómo los consumidores hablaban y hablaban de sus productos o servicios; algunas veces bien y otras no tanto…para su pesar. Las reuniones de negocios se eternizaban intentando solucionar el problema y en adaptar las estrategias de marketing y comunicación al nuevo panorama Social Media. “Las personas inundan facebook con fotos de nuestros productos o servicios”, exclamó un Director de Marketing. “Se nos escapa de las manos tantos comentarios”, afirmó la persona al frente del servicio de atención al cliente. ¿ Qué hacemos ? ¿ Cómo afrontamos la crisis ? Todos, al unísono, con voz quebrada lanzaron las preguntas sin hasta entonces respuesta a su Director.
Internet y las Redes Sociales han revolucionado el mundo empresarial y la forma de comunicarse con los consumidores. Las empresas B2B expresan su “liderazgo” a través de LinkedIn, mientras que las pequeñas y medianas empresas han recurrido a Facebook, Instagram, Twitter y YouTube para llegar a clientes nuevos y actuales.
Las revistas tradicionales han evolucionado hacia medios de comunicación online. Dotados de muy buenos recursos humanos, éstos sobreviven con equipos de periodistas altamente cualificados que una vez hicieron el mismo trabajo para los medios de comunicación tradicional.
Las marcas han aprendido a interactuar con sus consumidores y ahora son ellos los que crean las verdaderas historias, no las que las marcas querían “vender”. Muestran su lado más humano, antes apenas se notaba camuflado en grandes campañas publicitarias con alto presupuesto.
Sin embargo, con que el acceso directo de las personas a las marcas, las empresas tienen hoy mayor responsabilidad y compromiso que nunca. Las historias entorno a la marca, además de reales, humanas y emotivas tienen que inspirar confianza. Hoy más que nunca las empresas tienen que fomentar la conversación y el diálogo en torno a los temas que preocupan a los consumidores, dejar a un lado el “ego” de años atrás y mostrar el lado más humano.
¿ Tu empresa está preparada para el cambio ?
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