¿ Intentas conseguir clientes ?
Todos los negocios intentan destacar y mantenerse en la mente de las personas, con el fin de vender productos o servicios y crecer. Durante mucho tiempo nos hemos centrado en mostrar nuestros rasgos diferenciadores con respecto a nuestra competencia: “Somos más baratos”. “Somos más rápidos”. “Tenemos una calidad más alta”.
Si piensas en tu negocio, probablemente hayas hecho lo mismo de forma inconsciente. Sin embargo, poner tus diferencias en un pedestal no es el peor error de Marketing, pero tampoco el mayor acierto hoy en día. Si sigues enfocándote en lo que haces de manera diferente a los demás, perderás los posibles nuevos clientes y los ingresos que podrían traer consigo.
La clave fundamental para llamar la atención de tus clientes se reduce en cambiar tu enfoque. No es sobre ti. Y definitivamente no se trata de ti contra ellos. Se trata de resolver problemas y evocar las emociones correctas. Y sobre todo, va de explicar el porqué haces lo que haces.
El valor del negocio importa, pero el valor personal importa más.
Si te centras en mensajes que proporcionan un valor más emocional o persona, es probable que atraigas, conviertas y retengas a más clientes, el doble de lo que lo obtendrías, si solo te centras en el valor comercial.
Muestra cómo resuelves sus problemas, pero ten en cuenta todas las fases del “viaje del cliente”
Etapas del “Viaje del cliente”
Descubrimiento – Un comprador comienza con tratar de entender sus problemas mejor. Ha expresado síntomas de un problema u oportunidad.
Consideración – Una vez que entiende su problema, comienza la búsqueda de soluciones. Entiende su problema.
Decisión – Por último, después de establecerse con alguna solución específica, buscará un lugar para comprarlo. La persona busca opciones.
Sin embargo, el “Viaje del cliente” no siempre es simétrico y lineal. Un comprador puede saltar directamente desde la etapa de “descubrimiento” a la etapa de “decisión” . O puede perder el tiempo en “Consideración” sólo para decidir que no quiere comprar nada en absoluto.
Como todo en la vida, una cosa es la teoría y otra bien distinta es la práctica.
Pero continuemos con lo verdaderamente importante: tus valores diferenciales. En un esfuerzo por transmitir valor personal, es posible que pierdas de vista los valores que te diferencian. Y eso está bien, pero es probable que los vuelvas a necesitar cuando sea el momento de mostrar a los clientes cómo puedes resolver sus problemas. Esta es la segunda parte del golpe doble del marketing efectivo hoy en día, y puede ser muy potente si lo haces bien. Pero antes de poder decirle a tus clientes que serás su héroe, debes tener una visión de 360 grados de tu historia con tu marca. Aquí es donde el viaje del cliente es clave.
Planificar el “viaje del cliente” para cada uno de tus clientes te ayudará a identificar las necesidades, sentimientos y preguntas comunes en todas las etapas de una actividad.